Somos parásitos que la naturaleza debe exterminar a no ser que dejemos de hacer el bobo con tanta buena palabra y tan poco actuar.

Somos hipócritas. Si nos ponen la miel en los labios, primero preparamos la excusa y luego saboreamos lo deshonesto. Lo que nos importa no es el valor de algo o de uno, sino el precio.

Somos cobardes cuando nos da miedo no encajar y la moda dice “esto” y nosotros “beee” Como decía Cabral, la culpa no es del cerdo sino del que lo alimenta. Es más fácil alimentarlo.

Somos programas de ordenador que miramos el mundo con nuestras creencias. Y solo vemos lo programado y nunca la vida ni al programador.

Somos plástico, repetición, mentira y cobardía. Decadencia.

Me dirán que es una visión pesimista, que hay gente maravillosa… me dirán, me dirán… mientras los árboles callan.