Es como si fueras una larva que ni siquiera sabe que dentro de ti se está fraguando una mariposa, o una semilla de roble que se cree un simple grano sin futuro. Te educaron con una maldita hoja de ruta, y ahora ansías seguridad y control como un adicto al seguro de vida.

La creatividad es como un lienzo en blanco, pero tienes que ser un auténtico rebelde, un pincelazo de caos en un mundo cuadriculado para convertirlo en una obra de arte. Es como una hoja de otoño que sabe que su destino es caer con estilo, o un río que fluye hacia la libertad del océano.

Solo necesitas ese destello, ese fogonazo de innovación, un desapego de las convenciones y un abrazo a la libertad mental sin cadenas. Un fugaz instante, y se gestará una revolución.